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miércoles, 23 de febrero de 2011

Ventana sobre el Miedo... un acercamiento con palabras de Eduardo Galeano

En un mundo que prefiere la seguridad a la justicia, hay cada vez más gente que aplaude el sacrificio de la justicia en los altares de la seguridad. En las calles de las ciudades se celebran las ceremonias. Cada vez que un delincuente cae acribillado, la sociedad siente alivio ante la enfermedad que la acosa. La muerte de cada malviviente surte efectos farmacéuticos sobre los bienvivientes. La palabra farmacia viene de pharmakos, que era el nombre que daban los griegos a las víctimas humanas de los sacrificios ofrendados a los dioses en tiempos de crisis.

La industria del miedo

El miedo es la materia prima de las prósperas industrias de la seguridad privada y del control social. Una demanda firme sostiene el negocio. La demanda crece tanto o más que los delitos que la generan, y los expertos aseguran que así seguirá siendo. Florece el mercado de las policías privadas y las cárceles privadas, mientras todos, quien más, quien menos, nos vamos volviendo vigilantes del prójimo y prisioneros del miedo.

Clases de corte y confección: cómo elaborar enemigos a medida

Muchos de los grandes negocios promueven el crimen y del crimen viven. Nunca hubo tanta concentración de recursos económicos y de conocimientos científicos y tecnológicos dedicados a la producción de muerte. Los países que más armas venden al mundo son los mismos países que tienen a su cargo la paz mundial.

Afortunadamente para ellos, la amenaza de la paz se está debilitando, ya se alejan los negros nubarrones, mientras el mercado de la guerra se recupera y ofrece promisorias perspectivas de carnicerías rentables. Las fábricas de armas trabajan tanto como las fábricas que elaboran enemigos a la medida de sus necesidades.

El miedo global

 Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
 Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
 Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.
 Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
 La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje miedo de decir.
 Los civiles tienen miedo a los militares, los militares tienen miedo a la falta de armas, las armas tienen miedo a la falta de guerras.

Es el tiempo del miedo

 Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
 Miedo a los ladrones, miedo a la policía.
 Miedo a la puerta sin cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo al día sin pastillas para despertar.
 Miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y a lo que puede ser, miedo de morir, miedo de vivir…

El hambre desayuna miedo

El miedo al silencio aturde las calles. El miedo amenaza.
Si usted ama, tendrá sida.
Si fuma, tendrá cancer.
Si respira, tendrá contaminación.
Si bebe, tendrá accidentes.
Si come, tendrá colesterol.
Si habla, tendrá desempleo.
Si camina, tendrá violencia.
Si piensa, tendrá angustia.
Si duda, tendrá locura.
Si siente, tendrá soledad.

Eduardo Galeano

2 comentarios:

  1. ¿Por qué vivir con miedo si con miedo no se puede vivir? Todo lo que podemos hacer en nuestra vida es esforzarnos todo cuanto podemos para conseguir que ocurran las cosas que queremos. Por desgracia no siempre conseguiremos que ocurra o que sea exactamente como queremos, ¿pero acaso es mejor no intentarlo por miedo?, ¿debemos quedarnos quietos ante todo por miedo a que ocurra lo peor?, ¿hay mas posibilidades de conseguir algo intentándolo o no intentándolo por miedo?.

    Si dejamos que el miedo guíe nuestros pasos le estaremos dando lo que quiere. Eso es algo que nadie debería permitir en su vida, hay que luchar, hay que esforzarse, hay que intentarlo. Si algo no nos gusta como está hemos de hacer lo posible por cambiarlo. ¿Puede salir mal? Si. ¿Puedes salir bien? Por supuesto que si. ¿Qué ocurre que nos equivocamos?, ¿qué ocurre si nos esforzamos pero no lo conseguimos?, pues seguimos luchando. Si no lo conseguimos de una manera lo conseguiremos de otra. El miedo siempre estará ahí, al acecho, intentando hacer que fracasemos, que lo alimentemos con nuestro temor. ¡No se lo podemos permitir!, hay que arriesgarse, hay que emprender, hay que moverse, sólo así tendremos una oportunidad de conseguir aquello que queremos. Si no actuamos por miedo entonces si que es seguro nuestro fracaso...

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  2. El miedo paraliza. Nos impide ser libres; libres para pensar, sentir, hablar, decir la verdad, creer, educar, soñar...y para decir basta YA.

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